martes, 10 de julio de 2007

MERENGUE SECO DE CACAO CON HELADO DE PISTACHO


Postre de contrastes e integración dentro del plato. Técnicamente nos ha dado un poco de guerra para conseguir hacer un merengue seco, vaciarlo y rellenarlo de una mousse de cacao amarga. El contraste gustativo radica en la aportación del crujiente seco y dulce del merengue que armoniza con la mousse de cacao amarga con un poco de orujo de cacao. Todo esto refrescado con un helado de pistacho lo mas natural e intenso de sabor, que aporta el pistacho repelado y crudo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pedro,

enhorabuena por este postre. De los cuatro que nos serviste en el "menú degustación de postres" del otro día, fue el que más me impactó.

Me impactó la presentación en primer lugar. La ejecución del merengue me parece digna de elogio en unos tiempos en los que parece que vale todo y el contraste crujiente y dulce del merengue con el cremoso y amargo del chocolate me pareció magistral.

Añadiría que me parece un postre muy adecuado para personas a las que no les gustan demasiado los postres, como es mi caso, puesto que el chocolate amargo compensa el dulzor.

Gracias por enlazarnos, por hacerlo correctamente (todo en minúsculas salvo ese Y que es el elemento clave) y por el blog. Lo duro empieza ahora, hay que llenarlo de información.

pisto

Anónimo dijo...

Pisto, no sabes la ilusión que me hace que hayas encontrado ese tipo de sensaciones al probar el merengue. El contraste amargo-dulce en este postre nació por una de esas casualidades que se dan en cocina, no fue una cosa premeditada. Nunca había hecho un contraste de sabores igual, siempre contrasto cosas grasas a base de helados o sorbetes, acido-dulce, frío-caliente, etc.; pero nunca fue premeditado conceptualmente. Será el próximo cambio que hagamos en carta ya que llevamos mucho tiempo con él, ha sido uno de esos postres que llamo de “amor-odio”.

Anónimo dijo...

Pues en mi caso, Pedro, se trata de "odio". Es el postre que menos me gusta de los que tienes actualmente, pero porque a mi me repelen los merengues, no es nada personal.
De hecho, los postres del menú fueron cinco, pisto... o debería decir nenaza????

FN1.

Toni dijo...

Vaya. Pues coincido con el FN1. A mi es con diferencia el que menos me gusta. A mi si me gustan los merengeues, pero a este no le cojo el punto.
Pedro, recupera el de la miga de pan y castaña. :-)) (Ya lo sé, soy un pesao).:-)))

Anónimo dijo...

Lo siento, pero a mi es un postre que tampoco me ha gustado mucho. Al contrario que el resto el merengue y el helado me gustaron muchísimo pero el chocolate me fue imposible, lo intenté pero a la tercera cucharada lo tuve que dejar. Me encantan los postres y por su puesto el chocolate, pero tal vez no esté acostumbrada a ese sabor.

Anónimo dijo...

Toni y anónimo, os comprendo perfectamente, no penséis que hago un postre para que no guste o para crear conflicto. Lo que me paso al hacer el plato fue una casualidad no buscada en un principio y que surgió como os decía el binomio dulce-amargo que me gusto un montón. Al presentar el plato intentamos decir al comensal que tome el merengue a la vez que la mouse amarga de cacao para su integración, porque sino el cacao se hace muy duro de tomar ‘a pelo’.

Toni dijo...

Pues a mi el cacao a pelo sí me gustó. Lo que no me hizo mucha gracia fue el merengue, ni en solitario ni con el cacao.
Lo que está claro que ni tu ni nadie va a hacer algun plato para que no guste. ;-)

Boris del Piles dijo...

A mi también fue este el que más me gustó (tal vez porque, al igual que apuntaba Pisto, no soy muy aficionado a los dulces. De todas formas... si hay que comerlos... se comen (y los 5 estaban exquisitos).

B.